GRANDES MAESTROS

EMILIO FERNANDO ALONSO

TENGO DOS GRANDES PASIONES EN LA VIDA: EL DEPORTE Y LA HISTORIA, PREPARARME Y LLENARME DE DATOS HISTÓRICOS DE LAS CIUDADES O DE LOS EQUIPOS ANTES DE LOS JUEGOS. COMPARTIR ESAS VIVENCIAS O CONOCIMIENTOS CON LA GENTE ME LLENA DE MUCHA SATISFACCIÓN.

«Mi primer juego lo narré cuando tenía 12 años, en futbol amateur desde luego. Un campeonato estatal de Guerrero, mi estado natal. Lo hice tan mal que pudo haber sido el primero y el último. Mi padre reconoció el valor que tuve para hacerlo pero me dijo que había que prepararse más, así que me compró una pequeña grabadora Sanyo en la que grabé infinitas narraciones de juegos de la liga local amateur de mi pueblo. Me sentaba en el suelo a narrar los partidos; no me importaba que las canchas fueran de pasto y tierra, estaba practicando. Cuando mi papá llegaba a casa por las noches, escuchaba la grabación y me corregía: “aquí bien, aquí no, tienes que tener estilo propio”. Me dio muchísimos consejos que he tratado de seguir hasta la fecha. Siempre me gustó la crónica, ha sido mi vida y lo sigue siendo».

La narración deportiva es un amor que siempre ha estado presente en la vida de don Emilio. Es hijo de Fernando Alonso Avilés, reconocido locutor y narrador deportivo de radio y televisión, quien falleció el 25 de agosto del 2015. Desde niño, acompañó a su padre al trabajo. Si narraba en Ciudad Universitaria el partido de los Pumas, viajaba con él desde Iguala; lo mismo si narraba en Guadalajara, Pachuca, Veracruz o Torreón. A todos los partidos iba con él....

«Me dediqué a esto por imitación de mi padre y porque siempre le encontré gusto. Me llamaba mucho la atención ver a los equipos en el campo. Recuerdo que en Pachuca no había palcos de transmisiones, se transmitía desde la cancha en una banquita a lado de las bancas de los equipos. Ahí se sentaban los cronistas, mi papá y don Gustavo Armando Calderón. Yo me sentaba en medio de ellos o a un ladito para a ver y escuchar el partido. Fui un niño atípico, me decían “te vas a sentar aquí y no te muevas” y yo me sentaba y escuchaba embelesado las narraciones de mi padre».

Cuatro años después de aquel primer intento fallido, con 16 años Emilio Fernando Alonso Rubín debutó en radio, en la XEIG de Iguala, como comentarista en un programa en el que su padre era el titular. Además realizaba entrevistas de campo en los partidos de Primera División que transmitía la radiodifusora. En esa época, las estaciones de radio y los canales de televisión no eran los únicos que contaban con derechos de transmisión de los eventos deportivos; otras empresas podían adquirirlos, decidir dónde transmitir esos partidos y contratar al elenco de narradores y comentaristas de su preferencia. En 1975, la cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, que contaba con los derechos de transmisión de varios equipos de la Primera División de futbol, le dio a Emilio la oportunidad de narrar.

A finales de los setenta, al terminar la preparatoria en Iguala, ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México para estudiar Historia en la Facultad de Filosofía y Letras. La mudanza a la Ciudad de México le permitió realizar prácticas en la estación de radio XEB, al principio participando como comentarista en programas deportivos de los fines de semana, pero muy pronto comenzó a narrar. Tenía 18 años cuando transmitió su primer partido de Primera División, un duelo entre Tecos y Coyotes de Neza, el 31 de diciembre de 1978.

En 1981, con 21 años y recién terminada la carrera en Historia, fue contratado por la cadena de radio de Guadalajara Canal 58, que en esa época transmitía todos los partidos de los equipos tapatíos y que había seguido de cerca el trabajo realizado por Emilio en la XEB, donde además de futbol narró beisbol, basquetbol, ciclismo y voleibol. Ahí narró su primer Mundial, el de España de 1982. Esos años en Guadalajara fueron los de su consolidación como narrador deportivo y le sirvieron para cimentar el estilo que lo convertiría en una de las voces más reconocibles de la narración de futbol, un estilo alegre, de voz poderosa y emocionante, en el que siempre se ha hecho notar su perfil de historiador por sus aportes de datos culturales e históricos sobre las ciudades donde se juega o sobre los equipos que se enfrentan.

“Mi padre me dijo un día: “Cuando tú tomas un micrófono eres el mejor del mundo, pero no lo digas, demuéstralo”.

«A mí me gusta conocer el evento que voy a narrar con anticipación. Preparo cada partido y hago mis apuntes con puntos muy concisos aunque no siempre use todos. Por ejemplo, ya sé que voy a narrar en estos días el partido Leipzig contra Hoffenheim, de la Bundesliga de Alemania, entonces reuní algunos datos sobre la ciudad de Leipzig, donde se va jugar el partido. En este caso me topé con una gran sorpresa cuando me enteré de que en Leipzig vivieron y murieron grandes músicos alemanes como Bach y Felix Mendelssohn. Es una ciudad muy importante en el aspecto cultural y económico, es el centro económico de la Europa comercial.

»Disfruto mucho esta parte de mi trabajo porque tengo dos grandes pasiones en la vida: el deporte y la Historia. Prepararme y llenarme de datos históricos de las ciudades o de los equipos antes de los juegos, más que estar trabajando es estar haciendo lo que me gusta y si en el partido hay oportunidad de compartir esas vivencias o conocimientos con la gente me llena de mucha satisfacción».

En 1985 se encontró con José Ramón Fernández en los pasillos del estadio Corregidora de Querétaro, antes de la final de liga que enfrentaba a Pumas contra América. Emilio aprovechó la charla que propició el encuentro para pedirle que lo contratara en Canal Trece, pues quería narrar en televisión, pero no en Televisa, donde trabajaba su padre. Ese mismo año se incorporó al equipo que dirigía José Ramón y narró su primer partido en este medio el 18 de mayo de 1985, un encuentro entre Tecos, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, y Rayados, de Monterrey.

Emilio Fernando Alonso vivió el paso de Imevisión a TV Azteca y participó en la consolidación del equipo que produciría programas como Los Protagonistas, DeporTV y En Caliente. En el año 2000 era ya el narrador principal de los partidos de la Selección Nacional de futbol y de Cruz Azul, el equipo más popular que transmitía la televisora. Durante los años que trabajó en esa empresa narró en los mundiales de México 1986, Italia 1990, Estados Unidos 1994, Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006; en Copas América, Eurocopas y las Olimpiadas de Seúl 1988, Barcelona 1992, Atlanta 1996, Sidney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012.

«Me ha tocado cubrir Mundiales, Juegos Olímpicos, Eurocopas, pero lo que recuerdo con más cariño y con muchísimo agrado, por las emociones que viví, es la primera Eurocopa que cubrí: Inglaterra 1996. Me tocó narrar en el mítico estadio Wembley para un juego Escocia contra Inglaterra, un partido que era considerado de alto riesgo por la rivalidad que tienen estos países, una rivalidad ancestral no solamente en lo deportivo sino también con implicaciones políticas, con guerras de por medio incluso. Era un juego muy caliente. Dividieron el estadio, pusieron alambradas extras para que los escoceses y los ingleses no se mezclaran. Finalmente, ganó Inglaterra 2 a 0.

»Un día antes paseaba con mis compañeros por Trafalgar Square cuando de repente llegaron los Hooligans ingleses porque había aficionados escoceses en la Plaza, se armó tal bronca que volaron botellas, sillas, de todo. Yo quería salir de ahí en ese instante pero Roberto Gómez Junco me dijo: “¡Pérate hombre!, ¿cuándo vuelves a ver esto?”. Nos quedamos un rato siendo testigos de una rivalidad centenaria, la más antigua en el ámbito futbolístico mundial. He estado en nueve Eurocopas de Naciones y en todas es una fiesta. Ves jugar, por ejemplo, a Dinamarca contra Suecia y el estadio está lleno, la mitad de suecos y la mitad de daneses, con un orden impresionante, con un gran ambiente. Ves futbol de gran calidad».

Antonio Rosique, colega suyo durante muchos años en TV Azteca, ha dicho que Emilio Fernando Alonso es “el último gran exponente de la escuela clásica de la narración deportiva”, lo ubica entre narradores del estilo de Ángel Fernández, Sonny Alarcón o Fernando Luengas, quienes fueron los referentes de la narración para Emilio, además de su padre.

«No quisiera ser grosero pero la realidad es que la gente de antaño estaba muy preparada, eran personas que tenían una carrera, habían estudiado. Ahora, desafortunadamente, hay mucha gente que llega porque es moda, porque creen que salir en la tele es la panacea; no tienen la vocación que sí tuvieron aquellos o que todavía tenemos algunos, me incluyo porque esto ha sido parte de mi vida desde que era niño. Hay mucha gente que llega a esto de casualidad, porque pinta bien en la tele, porque es guapo, porque es chistoso, porque le gusta contar chistes.

»Recuerdo con nostalgia a esa gente que dio su vida por la crónica deportiva y que nos dejó marcados a muchos. Recuerdo a Ángel Fernández por su estilo espectacular, que hacía de cualquier partido una fiesta, me gustaba su manera de transmitir. Don Fernando Marcos, siempre un hombre muy puntual, con muchos y vastos conocimiento culturales, mucha seriedad; otro estilo también muy bueno. Me gustaba mucho escuchar a don Fernando Luengas, que en paz descanse, tenía un gran ritmo. Gente muy respetable como Agustín González Escopeta, otro estilo muy bueno en su tiempo. Tuve la fortuna de compartir micrófonos con José Ramón Fernández y Raúl Orvañanos, con un estilo especial, no tan alegres para narrar, pero con muchos conocimientos».

Con casi 45 años de edad, el 27 de mayo de 2005 Emilio Fernando Alonso sufrió un derrame cerebral que lo puso al borde de la muerte. Fue una noticia que conmocionó a los medios deportivos de todo el país. Ese domingo, al arrancar el programa DeporTV, un descompuesto y triste José Ramón Fernández daba la noticia y lamentaba el estado de salud del “mejor narrador deportivo que hay en este momento en México, por mucho”. Emilio estaba viviendo el momento más importante de su carrera. Fue un golpe inmenso para él y su familia, los pronósticos eran alarmantes, los médicos decían que si despertaba lo más probable era que no volviera a hablar.

De manera sorpresiva se fue recuperando y contra todo pronóstico volvió a hablar y, posteriormente, a narrar. Regresó a las pantallas de Azteca, el 28 de noviembre de 2005, para una emisión de Los Protagonistas y, el 18 de febrero de 2006, narró nuevamente un partido de la Liga Mexicana: Cruz Azul contra Pumas de la UNAM, con la firme intención de prepararse para cubrir el Mundial que se celebraría ese año en Alemania.

La voz de don Emilio Fernando Alonso llegó a las salas de cine en 2013 con el largometraje hispanoargentino de animación en 3D: Metegol. Una película dirigida por Juan José Campanella e inspirada en el cuento Memorias de un wing derecho, del escritor argentino Roberto Fontanarrosa. El cronista mexicano participó en el doblaje a español latinoamericano como Aristides, un narrador de futbol que con su grito de “¡y arrrancaaa!” da inicio a la narración de un partido determinante en la historia de los personajes.

Para el Mundial de Brasil 2014 se incorporó al equipo de cronistas y comentaristas de W Radio, estación que don Emilio considera un “ícono de la radiodifusión en México”, y en 2015 terminó su relación laboral con TV Azteca luego de 30 años de trabajo en los que cubrió nueve Copas Mundiales, siete Juegos Olímpicos y cuatro Eurocopas.

Tuvo un paso breve en el canal oficial del Club Deportivo Guadalajara, Chivas TV, desde el lanzamiento de la plataforma en Internet hasta el torneo de Apertura 2017. En este espacio narró los partidos de Las Chivas con su antiguo compañero de TV Azteca, Adán Vega Barajas, y su última participación fue para el duelo de la final de la Liga MX Femenil entre Chivas y Pachuca.

Su debut en las pantallas de ESPN se dio en el partido entre los Murciélagos de Los Mochis contra los Rojinegros del Atlas, de la Copa México, el 18 de agosto de 2015. Fue a través de este medio de comunicación deportiva que cubrió los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016; espacio donde actualmente sigue narrando partidos de la Liga MX y Copa México, así como de los demás torneos europeos y sudamericanos que transmite la empresa.

«Uno de los grandes consejos que me dio mi padre y que yo hasta la fecha se los doy a los jóvenes que empiezan es que hay que tener un estilo propio, no copiar a nadie. Reconocer la labor de los demás pero tener un estilo propio, te podrías equivocar pero te equivocas tú, no tratando de imitar a alguien. Es el gran pecado de muchos jóvenes que van empezando ahora, quieren ser como otros. Hay que ser como tú eres.

»Mi padre me dijo un día: “Cuando tú tomas un micrófono eres el mejor del mundo, pero no lo digas, demuéstralo”, y eso he tratado de hacer toda la vida, hacer mi trabajo bien. Me siento muy satisfecho con lo que he hecho porque he recibido muchas felicitaciones o comentarios de la gente a la que le gustan los datos culturales de las ciudades, de los países, de los equipos, la historia en sí. Si he dejado algo para la posteridad es el interés, el gusto por hacer las cosas, transmitir mi emoción por narrar un evento deportivo».

CRÓNICAS DEPORTIVAS

FOTOS

VIDEO

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Mantente actualizado y recibe las últimas noticias sobre Voces del Deporte Mexicano