GRANDES MAESTROS

JUAN DOSAL

EL ASCENSO DE LA CARRERA DE JUAN DOSAL EN LOS MEDIOS ES LA MISMA QUE LA DEL FUTBOL EN NUESTRO PAÍS. ÉL VIVIÓ EL AUGE Y LA POPULARIZACIÓN DE DICHO DEPORTE EN MÉXICO.

“Contra el Toluca jamás”. Así respondió el jugador de futbol Juan Dosal Estrada cuando le preguntaron por qué no jugaba para otro equipo, como si la mera imaginación de formar parte de otra alineación, de jugar para otra ciudad fuese absurdo, y quedó para la posteridad. Para él, haber vestido la casaca de los Diablos había sido un sueño, era parte de un legado, guardaba un significado y prefirió ya no contratarse en ningún otro lado. En aquella época, años sesentas y setentas, en el futbol se sostenía en la lealtad y Juan Dosal había nacido en Toluca. Su padre había sido directivo del equipo en la segunda división y, al ingresar a las filas del equipo desde temprana edad pudo ayudar a que éste lograra su primer campeonato de liga, en la temporada 1966 - 1967.

Guiado por Nacho Trelles, el Toluca cerró aquella temporada como puntero; sin embargo, casi pierden el campeonato por un asunto extracancha. Necaxa, el equipo visitante, se negó en principio a jugar el partido de la última jornada, pues adujeron que el estadio carecía de condiciones para garantizar su seguridad. Los jugadores del Toluca se repartieron: unos para rogar a la gente que no cometiera ninguna violencia contra los integrantes del Club Necaxa, pues podían perder el título; otros para convencer a los colegas del Necaxa que salieran a jugar el partido. Necaxa accedió y Juan Dosal marcó los dos goles de la victoria, sellando así su unión con el club. Alinearse a otro equipo para él resultaba imposible...

¡L E M E T I Ó U N C H A N F L A Z O!

Contaba con 29 años, Juan Dosal, el Maestrito, como se le conocía en aquel entonces, cuando jugando para el equipo Toluca su vida tomó un rumbo inesperado: se hizo comentarista deportivo.

«No pensaba retirarme tan joven, me retiré en 1971. Nací en 1942, para el 71 tenía 29 años. Todavía podía seguir jugando, seguía jugando y era titular del equipo, era titular del Toluca. Yo solamente jugué con el Toluca. Inicié mi carrera en el Club Deportivo de Toluca muy joven, tenía 17 años y medio y me inicié en la Ciudad de los Deportes, donde jugó Cruz Azul, el estadio que ahora ya van a tirar. Nunca pensé retirarme de jugar futbol y tomar una carrera de periodista deportivo, de comentarista deportivo, de locutor deportivo. Nunca, nunca me imaginé. Las cosas se fueron dando solas… Yo jugaba futbol y muchas veces don Fernando Marcos, que era el que transmitía aquí en Toluca, entrevistaba a los jugadores. A mí me entrevistaban seguido porque hablaba bien, no era cortante como los otros compañeros que además se ponían medio nerviosos cuando veían luces y la cámara, y eran muy cortos en explicar sus formas y sus cosas».

Su salida del Toluca se da a partir de algunas fricciones con el entrenador. Los medios de comunicación, ávidos de tener información de primera mano y saber qué seguía en la carrera del futbolista de los Diablos, empezaron a mandar reporteros en busca de Juan Dosal, quien no se inmutaba al decir que ya no jugaría más. Un encuentro casual con don Fernando Marcos y Sergio Beauregard, quien era locutor comercial, lo llevaría a decidir su quehacer en la siguiente etapa de su vida. Beauregard le hizo una propuesta a la que no se podía negar: llevarlo a Televisa con la intención de que trabajara ahí, pues consideraba que Juan podía hacerlo bien. Sería en Chapultepec 18, edificio que se cayó en el temblor de 1985, donde Juan Dosal se encontraría con una persona clave en su trayectoria en medios: el ingeniero Roberto Kenny.

«En realidad, conocí antes al ingeniero Kenny. En 1962 yo fui al Mundial de Chile. Telesistema Mexicano mandó a su unidad por barco. Llegó al Puerto de Valparaíso, que está junto a Viña del Mar. Con esa unidad, idea del señor Fernando Diez Barroso, se grababan los partidos de la Selección Mexicana, que jugaba en Viña del Mar, en el estadio Sausalito. Don Fernando Marcos era el encargado de narrar el partido. Luego de la grabación, tomaban las cintas —unas cintotas gruesotas, una cosa grandísima— y había un muchacho que se las llevaba en automóvil, con chofer; ese auto iba de Viña del Mar a Santiago, al aeropuerto. Esperaban el avión de Canadian Pacific, que iba de Santiago hasta Vancouver, haciendo escala en México, donde había gente de Telesistema Mexicano que las recogía, las llevaba a Chapultepec 18, las checaba e inmediatamente se transmitía el partido. Es decir, en menos de 24 horas se transmitía, a través del Canal 2, el partido de México que se había jugado en Chile. Eso fue un gran éxito, no se habían transmitido en México partidos de Campeonatos del Mundo como se hizo en esta ocasión, eso fue idea del señor Diez Barroso.

“Contra el Toluca jamás”

»Entonces cuando me vio en su oficina me reconoció y me dijo: —Oye, ¿tú te acuerdas? —No, pues sí. ¡Cómo no!—. Fue muy fácil porque yo lo veía allá. Fíjate, qué antecedente ¿no? Me gustaba la cosa de ver cómo estaba la tele, cómo se hacía. Me enteraba de todo eso. A Kenny le pareció una gran idea que me incorporara a la empresa pero me pidió que sacara mi licencia de locutor. Me dijo: —Tienes que tener tus papeles en regla porque tenemos un evento donde ya quiero que estés. —Ah, caray ¿Ya tan pronto?, dije. —Sí, el Campeonato Mundial de Futbol Femenil, en el estadio Azteca y en el estadio Jalisco—. Tomó mis datos para que me mandaran mi acreditación y me dijeron que nos veíamos el domingo en el estadio Azteca como a las nueve y media de la mañana».

Una nueva etapa empezaba en la vida de Juan Dosal. Inició lo trámites necesarios para obtener su licencia de locución asesorado todo el tiempo por Sergio Beauregard. No preguntó si le iban a pagar o no, simplemente emocionado se preparó para la que sería su primera experiencia en transmisiones de futbol. El día esperado llegó y con ello un cúmulo de emociones nuevas para el exfutbolista. Ángel Fernández, Fernando Marcos, Fernando Luengas, Paco Malgesto y Cristina Rubiales también formaron parte de aquella transmisión.

«Hubo una junta previa a la transmisión en la que el ingeniero Kenny anunció a todos que a partir de ese día yo me incorporaba a trabajar con ellos. Se quedaron admirados, sorprendidos, les dio enorme gusto, me dieron lugar, me cobijaron. Yo me sentí muy a gusto. Ni nervioso ni nada, al contrario, muy a gusto.

Nunca pensé retirarme de jugar futbol y tomar una carrera de periodista deportivo, de comentarista deportivo, de locutor deportivo. Nunca, nunca me imaginé. Las cosas se fueron dando solas.

»Antes de la transmisión, don Fernando Marcos se me acerca y me dice: “Mire, cuando narre radio diga hasta lo que no ve. Diga que el que está debajo de usted tiene los calcetines azules, y que va a llover, y quién está, diga todo. Pero en televisión acuérdese que la gente está viendo. Es muy distinto. No haga radio en televisión. No le tengo que decir más, usted ya sabe”. Y Ángel me dijo: “Vamos muchacho, está bien. ¿Sabes qué? déjate el cabello largo”. ¡Pues órale! También le hice caso. Total, fui y ¡me pagaron, oye! ¡Lo mejor fue que me pagaron! —¿Entonces como cuándo vengo? pregunté. —No, pues ven unas dos veces por semana porque el trabajo que hiciste ahí estuvo bueno, les gustó y vas a seguir en el futbol».

Más adelante hizo trabajo de cancha y aprovechó su conocimiento del medio futbolístico para ingresar a los vestidores de los equipos que se preparaban para jugar, para realizar entrevistas a colegas, para pedir alineaciones al cuerpo técnico, para entrar a los vestidores nuevamente al medio tiempo y transmitir las indicaciones previas al segundo tiempo. Hasta ese momento no se había hecho una cobertura de cancha tan completa, tan apegada a los hechos que constituyen el desarrollo de un partido, como se lo señalaron al Maestrito: “Es lo más futbolístico que se ha hecho”.

Su comprensión intrínseca del deporte, de lo que significa dedicarse al futbol, le permitió externar una opinión distinta y novedosa para la época. «Cuando tú juegas al futbol, eres deportista, entiendes mucho más el deporte. Cuando lo haces a alta competencia, en el futbol de Primera División de México, lo entiendes mucho más. Pero no solamente es entenderlo, sino que después hay que saber transmitirlo. Lo que tú entiendes o lo que tú hiciste o cómo lo hiciste hay que saber transmitirlo para que los que te escuchan puedan entender. Eso es a lo que me dediqué yo, a mejorar todo esto».

Al tiempo, ya acostumbrado a las transmisiones, le llega la oportunidad de narrar un partido. Según lo cuenta Juan Dosal, ese mundo no le era extraño: «Íbamos al Café Tupinamba, en la calle de Bolívar. Ahí hacían Cristino Lorenzo y don Agustín González Escopeta, un programa de radio. Sin querer yo viví desde niño y después como futbolista este ambiente de estar en la crónica deportiva. Entonces no me costó mucho trabajo, preparado estaba. Yo dije: “pues yo voy a hacer como si fuera un futbolista”. Mis comentarios eran muy futboleros, muy futboleros. Diciendo lo que pasaba en la cancha pero con un estilo futbolero, como lo he hecho y como lo sigo haciendo. Yo decía “le metió un chanflazo”, para describir ese efecto que se le da al balón en el remate para que haga una curva, pero un chanflazo es con potencia, eso lo ubica alguien que lo hizo en la cancha. Empecé a utilizar esos términos muy futboleros y yo creo que eso fue lo que me hizo distinto».

Casi inmediatamente participó en las transmisiones de los Juegos Olímpicos de Munich, en 1972, aquellos juegos que estuvieron marcados por el ataque terrorista del grupo palestino Septiembre Negro; de hecho, cuenta Juan Dosal que esa cobertura Televisa la realizó desde Madrid. Para el Mundial de Alemania 1974 recibió la noticia de que no viajaría con el equipo para hacer la cobertura. Acongojado aceptó con resignación el mandato sin saber que el motivo era porque transmitiría cada partido del Mundial desde el estudio.

«Me quedé ahí y el señor Azcárraga me asignó el trabajo en estudio con Sonny Alarcón. Ángel Fernández, don Fernando Marcos, Luengas, el Che Ventura, todos los compañeros estaban allá en Alemania. Yo estaba en el estudio y llegaba temprano para ver qué partido era primero, a quién le tocaba narrarlo. Me iba a la cabina y platicaba con ellos para preparar la transmisión. Siempre tenía plática o contacto con el que iba a narrar, me ponía de acuerdo con todos. Ese fue el primer Mundial que hice. Lo hice ahí en el estudio. ¡Todos los partidos! ¡Holanda era sensación! ¡Krol! ¡Todo lo que te puedas imaginar! ¡La gran final! Lo recuerdo con mucho cariño».

Esta experiencia no solo le ayudó a desarrollarse en el ambiente televisivo, sino que lo afianzó como comentarista deportivo. Su actividad no se limitó a las transmisiones de partidos de futbol, tuvo oportunidad también de comentar otras disciplinas durante los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, la práctica de los deportes que había hecho en sus años de escuela le serviría para entender de qué estaba hablando, pues además del futbol Juan practicó en su juventud disciplinas como basquetbol, beisbol, voleibol, entre otras. Durante su cobertura en estos juegos, Dosal tuvo oportunidad de narrar el momento en que Daniel Bautista ganó la medalla de oro para México en la competencia de marcha de 20 km.

En esos primeros años también incursionó en los noticiarios de Televisa. Un día, caminando por los pasillos de Televisa Chapultepec se encontró a Guillermo Ochoa, a quien conocía porque también vivía en Toluca. Ochoa lo invitó a incorporarse con él para trabajar en la sección de deportes del noticiero a su cargo, Hoy Mismo, y Juan aceptó gustoso el reto. Su estancia en este espacio informativo fue longeva y el programa tuvo tal éxito al lado de Guillermo Ochoa y Lourdes Guerrero que, conforme el gusto de la audiencia crecía, pasaron de trabajar de lunes a viernes, a sumar primero los sábados y luego los domingos, ampliándose también el horario que ocupaba el programa. Ahí, tuvo la oportunidad de aprender de Guillermo Ochoa, el periodismo, el oficio en la entrevista, en la charla, en la conducción. Luego también tendría otros grandes tutores, como Jacobo Zabludovsky, con quien también compartió programas, porque como él lo dice: «hay que aprender de los que saben». De sus compañeros en transmisión, recuerda generosamente a Fernando Marcos, Ángel Fernández, Fernando Luengas, el Che Ventura, Gerardo Peña y el Perro Bermúdez, entre otros.

«Así empecé a hacer ya más extenso este trabajo sensacional, porque el poder hablar, el poder tener un micrófono y poder estar dirigiéndose a la gente, a tanta gente, es una sensación increíble, formidable. Además, en el deporte siempre hay cosas bonitas por decir, aún cuando algunas veces tienes que dar noticias como que México fue goleado, pues ni modo, no es tan bonito pero lo tienes que decir».

El ascenso de la carrera de Juan Dosal en los medios es la misma que la del futbol en nuestro país. Él vivió el auge y la popularización de dicho deporte en México. Le tocó en suerte presenciar cómo las transmisiones futboleras se convertían cada vez más en una costumbre, cómo los aficionados hacían de escuchar las narraciones un hábito de fin de semana. Su importancia como figura de los deportes en México quedará aclarada con decir lo siguiente: estuvo involucrado en la proposición de nuestro país como sede del Mundial de 1986 y logró que se tomara en cuenta el estadio de Nezahualcóyotl para ser una de las sedes, lo cual consiguió a pesar de lo poco urbanizada que se encontraba la zona donde estaba ubicado el estadio en aquel entonces.

«Yo no estudié nada de Ciencias de la Comunicación pero la Comunicación la traía yo adentro. Cuando empecé, lo que hice en la televisión era lo que yo hacía en la cancha, como yo pensaba y decidía. Saqué cosas que ahora todavía muchos siguen diciendo. Primero seguridad, control, definición, en fin, cosas que aprendí jugando y que después las llevé a la narración deportiva. Esos términos sonaban muy bonito porque eran muy futboleros».

Desde sus inicios en la televisión, Juan ha transitado por una larga lista de programas: Acción, Reacción, Futbol de casa, Controvertido y muchos otros. Juan Dosal ha trabajado 47 años al servicio de la información deportiva, colaborando principalmente en Televisa y comentando distintos eventos deportivos. Es un comentarista especializado en futbol, el deporte al que le debe todo y del que lo sabe todo.

“Yo no estudié nada de Ciencias de la Comunicación pero la Comunicación la traía yo adentro. Cuando empecé, lo que hice en la televisión era lo que yo hacía en la cancha, como yo pensaba y decidía. Saqué cosas que ahora todavía muchos siguen diciendo. Primero seguridad, control, definición, en fin, cosas que aprendí jugando y que después las llevé a la narración deportiva. Esos términos sonaban muy bonito porque eran muy futboleros.”

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