VOCES DE AYER

FERNANDO ALONSO AVILÉS

FUE EN SU CIUDAD NATAL DONDE COMENZÓ A FORJAR SU HISTORIA DENTRO DEL PERIODISMO DEPORTIVO. HACIA FINALES DE LOS AÑOS CUARENTA NARRABA EN LAS ESTACIONES DE RADIO LOCALES LOS CAMPEONATOS ESTATALES DE FUTBOL

Don Fernando Adolfo Alonso Avilés era un hombre alto y corpulento con fama de ser valiente y cabal. La fortaleza física era producto del trabajo que su padre le enseñó desde muy pequeño, cargando y descargando cartones de cerveza que llegaban en tren a Iguala para después ser repartidos en buena parte del Estado, donde su padre tenía la concesión de la Cervecería Moctezuma. Ese trabajo le ayudó a desarrollar un cuerpo vigoroso y fuerte, que le permitiría vivir 80 años y soportar en el intermedio un atropellamiento. Ocurrió en Puebla, mientras cubría la carrera ciclista Vuelta a México a bordo de una motocicleta: un automovilista ignoró las indicaciones de los policías de tránsito y arrolló a gran velocidad la motocicleta en que viajaba Don Fernando, sufrió múltiples fracturas en todo el cuerpo y pérdida de piel en las manos y parte de las piernas. Se recuperó y volvió a cubrir para radio, televisión y prensa escrita, eventos ciclistas y muchas otras disciplinas deportivas más.

Fernando Alonso fue uno de los pilares de la crónica y el periodismo deportivo en México. Hijo de Emilio Alonso López y de Alicia Avilés López, inmigrantes españoles procedentes de Asturias, Fernando nació en Iguala de Independencia, Guerrero, en 1935....

Fue en su ciudad natal donde comenzó a forjar su historia dentro del periodismo deportivo. Hacia finales de los años cuarenta narraba en las estaciones de radio locales los Campeonatos Estatales de Futbol. En 1950 debutó en radio, durante el encuentro entre la Unión de Iguala frente al Zacatepec. Gracias a su gran talento y sello característico, don Fernando se hizo de la narración de los partidos de la Liga Interestatal en Celaya, Guanajuato. Fue así que comenzó también su faceta de viajero, ya que siempre se desplazó desde Iguala para ir a narrar y cubrir a otros lados, incluso cuando trabajaba en Televisa.

Recibió su primera gran oportunidad en 1966, cuando el secretario particular de Emilio Azcárraga Milmo lo invitó a hacer una intervención en la XEW, durante un partido entre los Pumas de la UNAM y el Cruz Azul. A don Fernando le bastaron sólo 5 minutos para convencer a todos de su maestría y genialidad frente a los micrófonos, fue ahí en donde su carrera se catapultó.

Luego de esa primera intervención en la cadena radiofónica, don Fernando fue contratado por la cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma para narrar partidos de la liga mexicana de futbol. El primer encuentro que narró en esta nueva etapa fue un duelo entre Pachuca y América. En ese entonces la cervecera tenía los derechos de transmisión de varios equipos de primera división, práctica común en la época. De manera que los propietarios de los derechos decidían en qué medio transmitir los partidos y con qué elenco de cronistas.

Más tarde, cuando su hijo, Emilio Fernando Alonso, incursionó en la crónica deportiva, ambos fueron contratados para narrar partidos de futbol. Para 1967 la fortuna le sigue sonriendo, un día Rubén Zepeda Novelo le pide que cubra al narrador que no podría asistir al segundo tiempo en un duelo Pumas contra Morelia, transmitido por Telesistema Mexicano. Ese partido le permitió dar el gran salto a la televisión. Ya en este medio, Alonso Avilés logra su consolidación como uno lo de los comentaristas y narradores más importantes de la época en la televisión mexicana. Trabajó en Telesistema Mexicano, Televisa, Imevisión, Televisión Azteca —en donde colaboró con José Ramón Fernández desde 1984— y en los últimos años de su carrera en Estadio W, que posteriormente se convertiría en Televisa Deportes W (TDW).

Fue un narrador cinco veces mundialista; cubrió y narró las Copas del Mundo de México 1970, Alemania 1974, Argentina 1978, España 1982 y México 1986. Su versatilidad y maestría también lo llevaron a cubrir cuatro Juegos Olímpicos: México 1968, Múnich 1972, Montreal 1976 y Moscú 1980. También narró varios años el Maratón del Río Balsas, competencia náutica cuya cobertura realizaba en helicóptero, comenzaba en Mezcala, Guerrero, recorría el cauce del Balsas, cruzaba la Presa de El Infiernillo, Michoacán, hasta llegar a la última etapa marítima de Zihuatanejo a Acapulco, Guerrero.

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