VOCES DE AYER

FRANCISCO RUBIALES “PACO MALGESTO”

ADEMÁS DE SUS FAMOSAS NARRACIONES DE LA FIESTA BRAVA, NARRÓ FUTBOL, LUCHAS Y SOBRE TODO BOX, DEPORTE EN EL QUE SUS ENTREVISTAS A LOS CAMPEONES DE LA ÉPOCA SE SIGUEN RECORDANDO HASTA AHORA.

Dicen que cuando era niño, un tío suyo lo llevaba a ver los toros y que era creencia suya que la masculinidad reside en nunca llorar. Así se lo hizo saber al pequeño Francisco. Algunas corridas y semanas más adelante vio llorar amargamente a su tío por el retiro de un torero en la plaza El Toreo, en la colonia Condesa de la Ciudad de México. El hecho, contradictorio en sí mismo, si se quiere un poco irónico, sedimentó en la vida de Francisco Rubiales Calvo una afición recalcitrante que provocó que durante su juventud no dejara de asistir a las corridas taurinas.

Como huérfano desde los nueve años, llevó una vida trabajosa. Sus ocupaciones fueron muchas: ayudante en una tlapalería, decorador de aparadores de zapatería, vendedor de zapatos, taquígrafo y agente de seguros, además de algún modo se dio tiempo de convertirse en un violinista autodidacta competente. Su otra vida, en la que triunfó como locutor, comenzó en la publicación Multitudes, donde utilizó por primera vez el alias con el cual sería conocido por el resto de su vida: Paco Malgesto. Tomó el nombre de su alter ego de un gitano aficionado a los toros, por lo menos es la versión que él contaba....

Años después de obtener su licencia de locutor en el año 1945, se afilió a la Asociación Nacional de Locutores de México, donde desempeñó varios cargos para beneficio de la asociación.

Un evento afortunado le dio la oportunidad de ejercer su afición en un espacio radiofónico como narrador de corridas de toros. El cronista titular había faltado y resultó que el jefe de éste conocía el gusto de Paco Malgesto por los toros y sabía de su excelente memoria respecto de los acontecimientos relacionados al toreo. Así que le encargó de la corrida. El inicio de la transmisión fue para Paco Malgesto un traspié desafortunado: “Señoras y señores, buenas tardes... sale un toro con un par de cuernos ¡qué barbaridad!... se va sobre el caballo, ¡qué barbaridad! Armillita entra al quite, y por poco lo coge el toro, ¡qué barbaridad!”, narró Malgesto en aquellos primeros pasos. Cuando ya acabada la corrida se presentó con el gerente de la difusora, quien tuvo ciertas burlas para Paco Malgesto: “Pase amigo, ya le he encontrado un pseudónimo precioso: Don Barbaridades”. Paco Malgesto reconoció lo mal que había resultado aquel experimento, y aunque el gerente concedió que en efecto había salido “mal, fatal”, según dijo, le ordenó quedarse.

Qué distinto este episodio de novato a lo que sería su carrera como locutor. Como narrador de corridas de toros se le consideró un cronista expresivo pero conocedor de los distintos pases, lances y lides taurinas. Sabía describir, de acuerdo al argot taurino, los trajes de luces de los toreros, las características de los toros, tanto físicas como de carácter para la lidia. Se mostraba agradable, divertido, ocurrente, con facilidad para la conversación y llegó a inmortalizar algunas expresiones en el imaginario de la afición taurina, como aquella pleonástica “¡Hondo y profundo!”, al entrar la espada en el cuerpo del animal; o esa otra con que demandaba la atención del escucha con su voz imponente “¡Oiga usted!”. Dice el periodista deportivo Heriberto Murrieta: “El popular Paco no pretendía imponer doctrinas, sino explicar las incidencias de la lidia taurina de una manera sencilla, siempre pícaro y entretenido”. Junto con Pepe Alameda y luego Carlos Albert, hizo parejas memorables en la transmisión de corridas. Se dice que Pepe Alameda era el académico, mientras que Paco Malgesto era el hombre popular.

De tal calidad eran las transmisiones de Paco Malgesto, primero en la estación de radio XEQ y, posteriormente, en la XEOY que impresionaron al famoso torero Manolete, quien lo invitó a España a narrar sus corridas. De sus andanzas con toreros, se recuerda una anécdota. Que un toro de nombre Cachorro se le lanzó por el lado izquierdo a Manolete, pero éste no se hizo a un lado, sino que resistió en donde estaba plantado, llevándose una cornada. Cuando Paco Malgesto le preguntó por qué se había quedado quieto si Cachorro se le vencía por el lado izquierdo, Manolete contestó: “Porque si no, no sería Manolete”.

Además de sus famosas narraciones de la fiesta brava, acuñando su célebre expresión “¡oiga usted!”, Paco Malgesto narró futbol, luchas y sobre todo box, deporte en el que sus entrevistas a los campeones de la época (el Pajarito Moreno y Raúl El Ratón Macías, entre muchos otros) se siguen recordando hasta ahora. A veces incluso por humor involuntario, Malgesto preguntaba a un boxeador: —¿Campeón, y cuántas peleas ha ganado a “grosso modo”? —No don Paco, a ese sí que no lo he enfrentado—. Malgesto fue tan famoso que tuvo incluso programas de entrevistas a celebridades en los horarios estelares de la televisión de la época.

Como aficionado a los toros Paco Malgesto también escribió el libro Armillita. Maestro de maestros, donde hacía consideración de la vida de Fermín Espinosa, fundador de la dinastía de “Los Armillita”.

Aunque su afición nunca caducó, Paco Malgesto se vio atrapado en su popularidad que le llevó a actuar en numerosas películas, tales como Mi reino por un torero, Un corazón en el ruedo, El amor no es ciego, Tercio de quites, El campeón ciclista, Las mil y una noches, Tonta tonta pero no tanto, por decir algunas, donde trabajó al lado de grandes actores de la época, entre los que pueden nombrarse a La India María, Tin Tan, Marga López, Amparo Arozamena, Marcelo Chávez, Ernesto Alonso, Ana Luisa Pelufo, Manuel El Loco Valdés, Libertad Lamarque y Miguel Aceves Mejía.

Hay que mencionar también su incursión en la publicidad, ya que por su voz y popularidad se convirtió en protagonista y voz de muchos de los anuncios comerciales de aquellos años. “¿Sabes que me gustaría tomar ahora?”, preguntaba en un anuncio Paco Malgesto a una mujer en una escena hogareña.“¿Qué?”, inquiría la mujer. “Un buen tarro de cerveza de barril”, contestaba Paco Malgesto entusiasmado para dar luego paso a las imágenes de una botella de cerveza Corona. En otro invitaba a los televidentes a conocer los hechos en que se fundamenta la conveniencia de un auto, para luego promocionar: “...Usted también se decidirá por Datsun Bluebird, el único auto compacto con chasis”.

Producto también de esta actividad incesante, fue su participación estelar en la televisión mexicana en los programas de variedades. Inició en El estudio de Pedro Vargas, junto con León Michel y luego incursionó en otros como Cámara escondida, Operación convivencia, Adivine mi chamba. Además de gran cronista, a Paco Malgesto se le considera un pionero en los programas de entrevistas a celebridades con su programa Visitando a las estrellas, en el que acudía a los hogares de luminarias para realizar entrevistas carismáticas y memorables donde la conversación fluía naturalmente. Tal era su presencia en la televisión, y el éxito que parecía acompañarlo siempre, que se le conoció como “El Señor televisión”.

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