“El beisbol es un ballet sin música, un drama sin palabras, un carnaval sin colombinas”

Oriundo de Querétaro, Pedro Septién Orozco narró en la radio su primera crónica de Series Mundiales, en un enfrentamiento entre los Yankees de Nueva York y los Reds de Cincinnati, en 1939. Desde niño practicó tenis, beisbol, basquetbol, atletismo y otros deportes. Creía que para narrar un deporte había que conocerlo desde dentro y afirmaba haber practicado las 23 disciplinas que narró. La inauguración del Deportivo Chapultepec, el incendio del Parque Asturias en 1939 y la inauguración del Hipódromo de Las Américas en 1943, forman parte de sus históricas narraciones.

El porqué de su apodo tiene varias versiones: se dice que es porque tenía una memoria privilegiada que le permitía recordar jugadas y datos, que integraba en cuadernos disciplinada y meticulosamente. También porque podía narrar un partido sin verlo, en 1951 durante un partido de los Yankees, tras interrumpirse la transmisión, Septién tuvo que narrar las entradas siguientes basándose sólo en los breves teletipos que le llegaban de las agencias; un telegrama era todo lo que necesitaba para encantar el oído de los radioescuchas con sus crónicas. Por otro lado, su magia se revelaba en los trucos que hacía con las palabras, un manejo del lenguaje que dejó para la posteridad frases como: “El rey de los deportes”, “El batazo de jonrón construye monumentos y destruye castillos”, “Un juego completo es como tatuar el humo” y “Los récords no son la clave del pasado, sino la clave del futuro”.

Trabajó además en la XEW y la XEX. También colaboró en medios impresos y fue pionero de la televisión en México. Con la aparición de este medio, muchos locutores consagrados en la radio probaron suerte como narradores en televisión. Fernando Marcos, Paco Malgesto y el mismo Ángel Fernández, quienes tenían una carrera en la radio, fueron iniciadores de los programas deportivos en la televisión en México. El 22 de marzo de 1951, El Mago narró el primer encuentro deportivo televisado a control remoto, fue el partido de beisbol entre los Azules de Veracruz y los Diablos Rojos del México, transmitido en el Canal 2 desde el Parque Delta.

Sus crónicas están repletas de las hazañas deportivas de Nolan Ryan, Steve Carlton, Fernando Valenzuela, Dwight Gooden y Babe Ruth, por mencionar algunos. Pedro El Mago Septién será recordado a lado de grandes comentaristas como Alonso Sordo Noriega, Jorge Sonny Alarcón, Agustín González Escopeta, Ángel Fernández, Antonio Andere, Fernando Marcos y Paco Malgesto; pero también por haber sido formador de muchos periodistas de las generaciones que siguieron, donde se incluyen nombres como Antonio de Valdés, Fernando Schwartz y Pepe Segarra.

En una época en la que las estadísticas no eran predominantes en la narrativa periodística deportiva, ni se podían consultar a través de Internet de manera ordenada; Septién era un recopilador de datos, récords y resultados, a los cuales acudía durante las transmisiones para enriquecer la narración. Eran famosos los cuadernos en los que, con puño y letra, había registrado rigurosamente, a lo largo de varias décadas, cada uno de los datos del deporte que le apasionaba: por equipos, por jugador, porcentajes de bateo, victorias, jugadas y un largo cúmulo de datos. Afirmaba saber de memoria cada una de las series mundiales que había narrado.

Durante sus más de setenta y cinco años de trayectoria narró seis mil 500 partidos de beisbol y 56 series mundiales de las grandes ligas. Dio cobertura a seis Juegos Olímpicos: Londres 1948, Helsinki 1952, Melbourne 1956, Roma 1960, México 1968 y Múnich 1972. Comentó 150 peleas de box y participó en los programas Antorcha Olímpica, en 1968, y La marcha de los deportes, de 1940 a 1960.

Le hicieron múltiples homenajes y recibió varios reconocimientos, entre los que destacan el Micrófono de Oro en 1955, Cronista del Año en 1958 y una medalla olímpica al mejor cronista por sus narraciones de los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952 y de México en 1968. Fue en 1972, al dar un discurso ante la Real Academia Española en Madrid, donde Septién acuñara la frase “El beisbol es un ballet sin música, un drama sin palabras, un carnaval sin colombinas”. Entró al Salón de la fama del Beisbol Mexicano en 1988, donde lo condecoraron por ser el latino más conocedor de este deporte.

La voz del Mago Septién acompañó a los mexicanos en sus hogares durante más de seis décadas, primero en radio y posteriormente en televisión. Con más de treinta películas en su haber, su presencia también llegó a la pantalla grande, en el cine compartió escena con personajes como Resortes, Pepe El Toro, Chachita y Clavillazo por su participación en películas como Campeón sin corona, El beisbolista fenómeno, Piernas de oro, Pepe el Toro, La venganza de Huracán Ramírez, entre otras.

La crónica deportiva fue para Pedro Septién una forma de vida, un hábito riguroso, un andar preciso y sin pausas. A sus 95 años participó por última vez en medios de comunicación, durante el Clásico de Otoño de 2011 dio sus comentarios desde el estudio de Televisa.