VOCES DE HOY

GEORGINA RUIZ SANDOVAL

EL GRAN ABANICO DE DEPORTES QUE HA TRANSMITIDO GOGA, LE PERMITIÓ FOGUEARSE DESDE EL PRINCIPIO COMO NARRADORA, CONVIRTIÉNDOSE ESTA CAPACIDAD PLURIFUNCIONAL EN UNA DE SUS MAYORES VIRTUDES. ANTES DE CONVERTIRSE EN FREELANCE Y DEJAR ESPN, RUBRICÓ UN GRAN HITO: CONVERTIRSE EN LA PRIMER MUJER EN PARTICIPAR COMO NARRADORA EN ESPAÑOL EN UN SUPER BOWL.

En la vida de Georgina Ruiz Sandoval los paseos en bicicleta son algo que no puede faltar: para ella rodar es un deleite, la puerta al esparcimiento, una verdadera panacea, al mismo tiempo que una actividad recreativa esencial para descifrar el ciclismo y desempeñar su labor de relatar las hazañas del deporte de las bielas. «La bici para mí se ha convertido un un arma de entendimiento, pero también un gozo muy personal».

Desde hace ya muchos años, vive en Avon, Connecticut, un poblado a mitad de camino entre Boston y Nueva York, donde en tiempos de calma disfruta de los paisajes sobre ruedas. Es en Avon donde hace base cada vez que se lo permiten los constantes viajes que realiza durante el año y que le llevan a menudo a un segundo hogar: Colombia. Ahí, en la meca del ciclismo latinoamericano, ella ha encontrado gran recibimiento y reconocimiento a su labor como comentarista del ciclismo mundial. Ahí ella destaca, entre los mejores, los más experimentados y conocedores. Su entrada en el ciclismo no pudo ser más oportuna, pues coincidió con el renacimiento del ciclismo colombiano, que ha encontrado en ella una periodista capaz de cubrir los eventos ciclistas desde las trincheras y que contagia su emoción al espectador cuando narra las carreras....

Su trayectoria inició muy lejos de donde se encuentra ahora. Nacida en una familia aficionada al deporte, desde muy joven quedó atrapada por el futbol americano

«Yo creo que a mucha gente nos hace gran influencia la familia para seguir determinados deportes. Sobre todo en televisión, los fines de semana mucha gente se prende el box, el futbol. En mi caso, mi primera ilusión, mi primer gran amor, fue el futbol americano porque en mi casa se veía mucho. Soy muy aficionada a los Steelers. A mí siempre me ha gustado hacer apuntes, estadísticas, me gustaba hablar por teléfono a las estaciones para participar en las trivias. Por esa época yo estaba a punto de salir de la preparatoria, los medios era lo que me atraía y una influencia igual fueron algunos profesores en la prepa que me decían que yo iba a ser periodista, aunque en ese momento no tenía muy claro el concepto y yo pensaba que era literalmente salir a vender periódicos. Yo no tenía el concepto del ser periodista. Parece que escribo más o menos bien, entonces un profesor me mandó a investigar un poco hasta que llegué a la escuela Carlos Septién García».

Ingresando en la escuela de periodismo se consolidó su vocación por los medios de comunicación y se inclinó por el lado deportivo, aunque en esos momentos la especialización no era algo tan definido como lo es actualmente. Ya con la inquietud de iniciarse en esta profesión, entró a Canal Once, donde le dieron la oportunidad de dar sus primeros pasos siendo aún estudiante de periodismo y donde estuvo al frente de una transmisión de futbol americano, su primera vez ante los micrófonos.

«Canal Once fue la primera ventana que me abrieron, y cuando iba a salir al aire yo no sabía qué iba a pasar. Me mandaron a un partido de la categoría que es intermedia de los que son apenas para subir a la ONEFA y me dijeron: “Tú hazlo como si estuvieras narrando”. Pues yo lo hice con mucho entusiasmo y cuando llegamos al canal resulta que lo editan y lo ponen al aire. Yo no tenía la menor idea de que eso iba a suceder y mucho menos que, a pesar que eran categorías menores, se tomara la libertad el director de deportes de meter a una mujer a hacer esa crónica».

Los apodos, las formas en que nos llaman los demás, difícilmente están en control de uno, pero en su caso, el apelativo con que todos la conocen lo escogió ella. De joven, su nombre le sonaba demasiado señorial, demasiado sonoro, pero sin diminutivos que le resultaran agradables.

Su segundo nombre, Alejandra, tampoco le parecía afín pues casi nunca se referían a ella de esa manera. Fue así que, en su época de universitaria, visitando una exposición de pintura con uno de sus amigos, descubrieron que la pintora, también de nombre “Georgina”, firmaba como Goga. Desde entonces la llamaron así y ha trascendido incluso a su ambiente laboral, donde los aficionados al deporte la identifican como tal: Goga.

En una sociedad que aún se encuentra inmersa en el machismo, entrar en una profesión tradicionalmente ejercida por varones, tiene sus dificultades, pero tal como lo dice Georgina Ruíz Sandoval, una vez que le abrieron las puertas, ya no dejó que le negaran la entrada, incluso si “la puerta no es muy grande para las mujeres en el deporte”, como asegura.

«No quisiera decir que una dificultad para mí fue la cuestión de que soy mujer, pero sí. Sigue siendo a estas alturas una vara por la que van a ser medidas las mujeres en todas las profesiones, y más cuando estás dando la cara o cuando la gente quiere evaluarte por tu opinión o por tu preparación. Obviamente cuando empecé en esto, era un nicho muy escaso para las mujeres.

»Cuando yo llegué al Canal Once me dieron la confianza suficiente para saber que estaba haciendo algo bien, aunque la gente me decía que me esperara. En México es muy difícil entrar al futbol americano y aunque yo ya no trabajo ahí, le va a costar a alguna otra mujer meterse a la crónica. Ojalá se dé. No importa si ya llevo 30 años haciendo esto y he podido recibir algún reconocimiento, no importa. Ser mujer seguirá siendo un argumento con el que me digan que yo soy peor que cualquiera. Ya no es tanto pero sigue existiendo».

El gran abanico de deportes que ha transmitido Goga, le permitió foguearse desde el principio como narradora, convirtiéndose esta capacidad plurifuncional en una de sus mayores virtudes. Desde su trabajo en Canal Once, narró futbol americano colegial, ciclismo —siguiendo la Ruta México— y varios de los deportes que se televisaron durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1990, como hockey sobre pasto, gimnasia, tiro con arco, canotaje, entre otros.

Posteriormente, apenas rebasando los 20 años de edad, entraría a trabajar en MVS Multivisión, donde Alfredo Domínguez Muro ayudaría a su formación como periodista del deporte. En él encontró no sólo un maestro sino un profesional con el que se identificaba de manera especial porque compartía su predisposición por la disciplina, su gozo por el trabajo y su incansable búsqueda por mejorar cada día y con cada acción su labor como cronista.

«Cuando empecé a trabajar con él, no había muchas mujeres en el medio y me tuvo mucha fe, me dejó hacer reseñas de futbol americano, me dejó conducir los programas. Creo que Alfredo nos dejó un poco esa imagen de una persona que tiene un carácter de impacto, yo no tengo su carácter pero sí aprendí a valorar lo que tengo y a hacer valer mi personalidad. Nos hemos encontrado en el camino, después de haber trabajado como cuatro años juntos, y seguimos teniendo un cariño y respeto: el de ser su hija de profesión, para mí eso es algo muy bonito que tengo con él. La verdad le tengo un gran aprecio, es un hombre de un carácter muy fuerte, bastante perfeccionista, en eso nos parecemos un poco, no se da por vencido, ya ha estado en todas las plataformas y sigue siendo él. Alfredo tiene eso, a él no le importa si es grande o chico, en todos los medios ha hecho su trabajo lo mejor posible y creo que en todos ha dejado una semilla».

Varios episodios determinantes para su carrera ocurren entonces: narra sus primeros Juegos Olímpicos —los de Barcelona 1992— y cubre su primer Tour de Francia con tan solo 21 años. Estas experiencias marcarían rotundamente el andar de Goga en los medios de comunicación, pues no sólo le dejaron recuerdos memorables sino que serían un parteaguas en la vida de la cronista para enfrentarse a la aventura de su profesión con la determinación que le ha caracterizado desde entonces.

«Lo primero que me marcó muchísimo y que me abrió los ojos para saber que yo podía hacer cosas me propusiera, fueron los Juegos Olímpicos de Barcelona. Yo estaba súper “pollito” ahí. Para mí, la expresión máxima del deporte son los Juegos, y haber estado en ese momento me hace sentir que fui parte de algo especial. Además sentí que podía llegar lejos y formar parte de cosas interesantes. Después fue mi primer Tour de Francia en 1993, trabajaba con Alfredo Domínguez y él me mandó en dos ocasiones a este evento. Una vez que uno ya va al Tour, si le gusta el ciclismo termina por embarcarse de por vida. Yo ya había dado la vuelta de México pero ahí es cuando uno va a la mejor carrera del mundo y no queda de otra más que rendirse ante el encanto».

En particular, el Tour de Francia significó para ella, un momento de crecimiento personal que la convenció de su capacidad para cubrir un evento por ella misma, sobretodo porque le representó un desafío mayúsculo, pues además de que fue la primera ocasión en que viajó sola, se enfrentaba también al desconocimiento del idioma.

«En muchas ocasiones las mujeres estábamos muy temerosas a hacer cosas por primera vez en el ámbito profesional. Más en mi época, las mujeres tenían más miedo de salir de lo normal, de lo común y esto a veces a uno lo limita mentalmente. Para mí, llegar a un lugar recóndito de Francia y sin saber francés, darme a entender con el taxista, la sensación de que llegaba a un evento donde yo me sentía el frijol en el arroz, encontrar a compañeros para hacer relaciones, fue un momento que me dejó muy marcada. Esa experiencia me ayudó a entender que no había límites, que yo sabía hacer cualquier cosa y que yo dependía de mí misma, de convencer a mis jefes que me dieran la oportunidad de hacerlo. Es algo que me ayudó a crecer como persona, como periodista».

Además de estas experiencias, se vinculó profesionalmente con una televisora que marcaría su carrera: ESPN. En esos años, MVS transmitía eventos producidos por la cadena norteamericana a través de Multideporte. Ahí trabajaría al lado de reconocidos periodistas deportivos como Pablo Carrillo Lavat, Javier Trejo Garay, Rodolfo Vargas y Jhon Sutcliffe, que a la postre sería también su compañero en ESPN. Cubriría Juegos Panamericanos, Ruta México, ONEFA, el Giro d’ Italia, caminata y el campeonato mundial de atletismo, además de programas de radio patrocinados por la CONADE. De la mano de Alfredo Domínguez Muro, trabaja en radio y prensa para Palco Deportivo, que pasó durante una etapa por Canal 40 y Radio Fórmula.

Luego entraría a ESPN, donde fungiría como coordinadora de producción en ESPN 2, al mismo tiempo que participaba como comentarista. Ahí la capacidad de Goga, para cubrir cualquier tipo de fuente, la llevaría a narrar en prácticamente cualquier evento que se haya transmitido por dicho canal deportivo. Durante esos años en que inició el proyecto de ESPN en televisión por cable para México y Latinoamérica, narró desde el rodeo, el basquetbol, futbol americano, hasta el patinaje artístico, la natación, carreras ironman y el ciclismo.

Luego de nueve años se muda a Estados Unidos para formar parte del equipo latinoamericano que transmite para ESPN Latinoamérica desde la sede norteamericana del canal.

Durante su participación en ESPN, poco a poco fue convirtiéndose en la especialista en ciclismo, en la voz del Tour de Francia. De hecho Goga, es la primer mujer en narrar ciclismo para Latinoamérica. Esto marcaría el rumbo de su carrera y durante una transmisión pondría en evidencia no sólo su pasión por el ciclismo, sino su capacidad para transmitirlo como nadie más. Había seguido de cerca la carrera de Nairo Quintana, un joven ciclista colombiano en aquel momento, y recientemente lo había visto ganar su primera carrera como profesional. Al verlo entregarse durante una etapa del Tour de France, Goga narró el momento con auténtico entusiasmo y es hasta la fecha, una transmisión que se recuerda:

“ En este momento Colombia está vibrando... vamos a celebrar entonces con Nairo Quintana, ¡vamos Don Nairo porque así te costó esto, porque te lo has ganado con pulso! Don Nairo Quintana va a hacer una victoria espectacular, una victoria para el gran escalador, el hombre que tiene una mentalidad ganadora, que tiene un gran corazón, y vamos a tener en este momento la alegría más grande del Tour... Vamos a esperar el cruce, ya está enfilándose Nairo Quintana. Nairo, llevas en tu espalda la alegría de todo un continente. Nairo Quintana, no solamente es Colombia quien celebra. Y Nairo se empieza a sobrecoger con las emociones, ¡y nosotros contigo, Nairo! Ahí está en el segundo lugar Joaquín Rodríguez. Nairo va a ganar la etapa, la etapa que termina en un evento espectacular, en una llegada de categoría especial. Nairo Quintana ya no puede contener las emociones. ¡Nairo Quintana va a ganar la etapa! ¡Nairo Quintana, segundo en la clasificación general! ¡Nairo Quintana, campeón de los jóvenes! ¡Nairo Quintana va a ser campeón de la montaña! ¡Qué más se puede pedir de un muchacho de 23 años!

La narración de esta carrera la llevaría a definirse a sí misma como una cronista “decidida a seguir a los ciclistas latinoamericanos por las carreteras del mundo y mostrar de lo que ellos son capaces”. Ella misma lo relata:

«A mí me encanta el ciclismo, no puedo negarlo. Fue quizás en el 2013, cuando todavía trabajaba en ESPN, que me di cuenta que para mí el ciclismo ya iba a ser diferente: cuando la primera gran exhibición de Nairo Quintana —que es un video que sigue circulando y a la gente le gusta cómo lo tratamos, cómo lo vivimos y el cómo fue tan sentimental el video de su proyección— y que yo lo pude acompañar en ese instante de su carrera me marcó.

A otra gente también le marcó su percepción de mí como narradora, entonces a partir de ese momento también me animé a seguir yendo a carreras y ser freelance para seguir disfrutando el deporte».

Antes de convertirse en freelance y dejar la compañía en la que había trabajado por 16 años, rubricó otro hito: convertirse en la primer mujer en participar como narradora en español en un Super Bowl, fue un partido entre Ravens de Baltimore y los 49ers de San Francisco, celebrado en la edición XLVII, en 2013.

En ESPN carecía de la oportunidad de seguir las principales carreras del ciclismo. Este deseo de participar más activamente la llevó a lanzar su plataforma digital BiciGoga. Como profesionista independiente, asiste a las distintas carreras ciclistas del mundo y realiza una cobertura muy completa que luego comparte a través de los medios electrónicos. Gracias a la amistad que lleva con muchos de los ciclistas latinoamericanos, después de muchos años de seguirlos de cerca, el acceso a la información ciclista que ha logrado es privilegiado.

En su carrera ha podido presenciar el resurgimiento del ciclismo colombiano desde Santiago Botero, Juan Mauricio Soler, Mauricio Ardila, Nairo Quintana hasta las nuevas generaciones que prometen. Su vinculación con estos ciclistas ha servido de puente para que medios de comunicación colombianos como Caracol TV y Señal Colombia, apreciando la riqueza del contenido digital de BiciGoga, se acerquen a ella para integrarla como parte de sus equipos en la cobertura de los grandes eventos ciclistas, en calidad de especialista y narradora. Ahí, ha llegado incluso a ganar el Premio India Catalina, un premio dedicado a reconocer a lo mejor de la televisión colombiana, como mejor presentador deportivo.

Ahora, con casi tres décadas de trayectoria, ha logrado establecerse como una especialista de primer orden del ciclismo internacional y ser reconocida como tal, pero sabe que requiere de un constante esfuerzo para mantenerse a la vanguardia:

«La mejor arma para nosotros es la credibilidad y esa es la moneda con la que uno se presenta y con la que uno puede conseguir un trabajo. Nunca dejo de estar al día y si tengo preguntas ya tengo mis fuentes de donde me puedo echar la mano. Yo no creo que sea tanto que esté investigando todo el tiempo sino es la rutina de ser así, y puede que la gente lo vea como una enfermedad, pero yo no puedo vivir un día sin enterarme de algo que esté pasando sobre lo que hago; ya para mí es algo natural. Me gusta ver las noticias todo el tiempo y para mí es muy importante no dejar de lado la información general. Como periodista uno queda con esa semilla en la cabeza, la de estar informado de todo.

»A mí me domina esto, todo el tiempo estoy pensando en ello, que si llego a la salida, que si llego al avión, son cosas que en mi cabeza están flotando constantemente como preocupación de lo que hago. El deporte es la vía por la que haces alegre a la gente, también es un reflejo de muchos valores como la disciplina o la colaboración. Estar en este ambiente me ha ayudado también a crecer como persona, a ser solidaria, a entender mejor a las personas y a tratar de hacerlos sentir a través de la crónica».

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