VOCES DE HOY

GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN

HACER UN PERIODISMO DE DENUNCIA CUANDO SEA NECESARIO, SIN AUTOCENSURARSE, NI PACTAR CON OTROS SÓLO PORQUE ES CONVENIENTE. HABLAR LIBREMENTE Y SIN RESTRICCIONES POLÍTICAS, NI DE AFILIACIÓN, SER VERDADERAMENTE UNA VOZ QUE ENTERE A LA AUDIENCIA DEL MUNDO DEL DEPORTE CON TODAS SUS ARISTAS, ES EL SELLO DE LA CARRERA DE GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN.

Transigir se da con cierta facilidad en el mundo del periodismo deportivo. Las presiones de grandes capitales, las compras de los derechos de transmisión de los eventos deportivos más influyentes, las amistades necesarias con deportistas que consiguen exclusivas, el manejo de información delicada, la necesidad de pertenecer a ese círculo, generan un periodismo deportivo sesgado, tímido, fingido. Gerardo Velázquez de León prefiere abstenerse de esos manejos, ya que restan objetividad al periodista y disminuyen su capacidad crítica, pero sobre todo le quita filo a la libertad de expresión necesaria para forjar un periodismo que valga.

Transigir se da con cierta facilidad en el mundo del periodismo deportivo. Las presiones de grandes capitales, las compras de los derechos de transmisión de los eventos deportivos más influyentes, las amistades necesarias con deportistas que consiguen exclusivas, el manejo de información delicada, la necesidad de pertenecer a ese círculo, generan un periodismo deportivo sesgado, tímido, fingido. Gerardo Velázquez de León prefiere abstenerse de esos manejos, ya que restan objetividad al periodista y disminuyen su capacidad crítica, pero sobre todo le quita filo a la libertad de expresión necesaria para forjar un periodismo que valga. ...

Verdadero apasionado de los deportes, de la crónica y narración deportiva, Velázquez de León declara:

«No nada más me divierte, me apasiona. Y no nada más me apasiona, yo no soy de los que me gusta trabajar en esto para salir en la tele o para poder salir en una columna, me gusta trabajar en esto para poder decir cosas, para poder profundizar y para poder denunciar lo que está sucediendo. Y a mí me gusta eso en el deporte».

Precisamente, ese hablar de la realidad que percibe, comunicarla sin desviaciones, sin atenuarla, constituye su vocación como periodista deportivo, vocación que despertó a una edad temprana:

«Desde niño fui muy deportista, fui jugador de tenis y me gustaba mucho, saliendo del Club Alemán, ir a los partidos de futbol en el estadio Azteca. Venía de una familia de españoles donde me inculcaron muchísimo el cariño al futbol y el respeto al futbol. Y me enseñaron desde muy pequeño también a analizarlo, a profundizarlo. Empecé ahí a formarme dentro del mundo del deporte, se fue formando ahí una verdadera vocación al periodismo deportivo hasta poderlo consolidar definitivamente».

Coleccionista de revistas deportivas, de notas periodísticas, de álbumes y estampillas, tenista en un país donde no hay oportunidades ni apoyos para la práctica de deportes, se quedó sin opciones y decidió estudiar una carrera universitaria, con la velada intención de que le permitiera entrar al mundo del deporte y le preparara para comunicar su pasión deportiva del mejor modo posible:

«El asunto fue simple, dije: “voy a renunciar al tenis y me voy a dedicar a estudiar, cuestión que fue una estupidez porque me dediqué a estudiar Derecho —ríe—. Por cuestiones formativas dije: “¿Cuál es la carrera que más me puede dar amplitud en el mundo de la comunicación? Y curiosamente me decidí por el Derecho, por la formación que dan para escribir, para hablar, para relacionarte, para leer, para todo, mucho más — en aquel momento y creo que también ahora— que la propia carrera de Comunicación o Periodismo. Entonces, empecé mi carrera de derecho y pues olvidé el deporte como 27 segundos nada más... Empecé a utilizar mis herramientas académicas para dedicarme totalmente al deporte. Primero formé una revista en donde unimos 60 universidades, en aquel momento. Posteriormente me fui a la radio, en Radio Sportiva, que ya no existe, 690 de AM, y de ahí hasta hoy. O sea, de ahí he pasado por todos lados, cinco reclusorios —bromea entre risas—. No, no es cierto pero sí he pasado pues por prácticamente todos los medios, sobre todo la televisión es donde me he dedicado más».

Desde el principio de su carrera se mostró combativo, rebelde a recibir instrucciones de censura y comprendió que su camino en el periodismo deportivo pasaba precisamente por ese ir a contracorriente. Gerardo recuerda así su primer experiencia ante los micrófonos:

«Seguramente salió mal, no sé. Sí, sí te pone nervioso, me puse muy nervioso. Fue en la radio. Y mi debut en la televisión también fue de bastante nervio. Debuté en un canal de Televisa, de cable, que existía en aquel entonces y que ya ni existe. Por la misma presión que existía de la censura en el deporte, el “queda bien” en aquel momento con todos los equipos de futbol, con la Federación, dije una cuestión en un noticiario que no les gustó y pues me tuve que ir, o me daban línea o me tenía que ir, entonces mejor me fui. Es donde empecé a tomar ya otro camino: por la radio y por la televisión un poquito más alternativa y con esa misma chispa que puede tener todos los días el periodismo deportivo. Sí, el primer día que debutas sí te pones nervioso. Generalmente cuando hay un proyecto nuevo te pones nervioso. Ya a los 15 segundos ya se te quita el nervio —ríe—».

Hacer un periodismo de denuncia cuando sea necesario, sin autocensurarse, ni pactar con otros sólo porque es conveniente. Hablar libremente y sin restricciones políticas, ni de afiliación, ser verdaderamente una voz que entere a la audiencia del mundo del deporte con todas sus aristas, es el sello de la carrera de Velázquez de León. Por ello guarda admiración para un periodista deportivo en particular:

«Alguien a quien siempre he respetado mucho es José Ramón Fernández y nunca hemos trabajado juntos, curiosamente. Yo entré a Azteca y él ya se había ido. Estuve en ESPN y cuando me fui de ESPN fue cuando él llegó. O sea, como que fue una cosa curiosa. Él es el que me parece bastante el hombre a seguir. Cuando yo era niño —cuando prendías los domingos DeporTV y te enterabas, cuando escuchabas los lunes En Caliente, cuando veías los programas de Copas del Mundo—, lo veía y pensaba: “Este hombre sí dice cosas”. A mí me gusta la gente que dice cosas, no me gustan los que salen en los medios para quedar bien. Este hombre me parece como que fue el estereotipo del comentarista deportivo fuerte, el que tendría yo que haber sido o el que tendría que buscar ser. Ya dentro de nuestro mundo del día a día, tengo grandes compañeros y he tenido grandes compañeros con los que hemos hecho una televisión muy abierta, muy profunda, muy crítica y que se atreven a decir también cosas, que eso es lo importante».

Luego de incursionar en radio, comenzó sus primeras transmisiones televisivas narrando partidos de futbol para diversas televisoras como TV Azteca, CNI Canal 40, ESPN, y en 2002 ingresó al canal de televisión por cable, TVC. El contenido deportivo que presentaba el Canal TVC era tanto que decidieron lanzar un canal especializado, llamado TVC Deportes, con Gerardo Velázquez de León a la cabeza del proyecto. Ahí se desempeñó como conductor estelar al mismo tiempo que dirigente y tuvo la oportunidad de crear un periodismo deportivo de confrontación, atrevido y frontal, por el que ha llegado a conocérsele.

Como periodista deportivo se muestra irónico y bromista, sin que le interesen demasiado las falsedades del medio. Sus comentarios suelen ser auténticos, por lo que en algunos momentos ha llegado a ser tildado de impulsivo y de destructivo, por la mordacidad con que ve el mundo deportivo. En la barra de programas de TVC Deportes, logró instaurar formatos más naturales, en los que la discusión fluye libremente, generando debates de relevancia, en comparación con otros programas que parecen demasiado preparados.

Él y su grupo de colaboradores, también lograron ofrecer una amplia variedad de deportes que tradicionalmente han sido relegados de las transmisiones televisivas como la natación, el billar, el tae kwon do, el boliche y muchos otros, lo que en conjunto con los atractivos formatos de sus programas logró gran reconocimiento por parte del público.

Desde su perspectiva, es necesario que el periodista, el narrador, el analista dedicados al mundo del deporte, se involucren verdaderamente con el deporte, de manera que exista un sustento en sus argumentos: «El máximo problema es que los comentaristas o los analistas o los que se dicen estar metidos en este medio no ven los partidos y los critican o los juzgan sin haberlos visto o por haber visto un resumen, me parece que es terrible».

En su opinión, narrar un evento deportivo requiere la comprensión de que debe otorgársele su lugar al deporte. Por ello ve así el papel del comentarista:

«Ahora el protagonismo parece ser y recaer en el cronista y no en el deporte y me parece que es terrible. Yo veo los partidos de futbol muchas veces sin volumen o estoy en el estadio y no necesito del cronista, por eso mismo, porque creo que el deporte es el protagonista principal de lo que estamos haciendo en el día a día y el cronista pues es un acompañamiento y es una guía para saber quién tiene la pelota, pero esto se ha perdido y se ha dimensionado de forma distinta. Sí, habrá algunos estilos que gusten más que otros, definitivamente; como:

“Desde niño fui muy deportista, fui jugador de tenis y me gustaba mucho, saliendo del Club Alemán, ir a los partidos de futbol en el estadio Azteca. Venía de una familia de españoles donde me inculcaron muchísimo el cariño al futbol y el respeto al futbol. Y me enseñaron desde muy pequeño también a analizarlo, a profundizarlo.”

el que te informa en la radio, te gusta más uno que otro y es tu acompañamiento para ir en el tráfico o para estar escuchando noticias. Eso, sin duda, es algo muy bueno y muy satisfactorio, pero de que el protagonista sea el cronista yo estoy totalmente en contra, definitivamente el deporte es el protagonista. No puede estar por encima un narrador, por más bonito que grite gol o por más chistes que diga, no puede estar por encima».

Con más de dos décadas de labor ininterrumpida en los medios de comunicación, Gerardo Velázquez comprende a cabalidad el papel del periodismo deportivo, pero lo asume con la responsabilidad de mantener coherencia e integridad: «Pues puede ser que sea el menos importante de la masa periodística, vamos a llamarlo de esa manera, pero es el más atractivo a la vez. Es el que siempre es necesario para distracción. Cuando vives en un mundo con tantos conflictos, el deporte es un bálsamo».

Gerardo Velázquez de León entiende el rumbo que ha tomado el periodismo deportivo con la incursión de nuevas posibilidades tecnológicas, como las redes sociales, que permiten al espectador enterarse de cualquier resultado sin sintonizar ninguna transmisión. Es por ello que sostiene que el valor del comentarista deportivo reside en su capacidad de explicar los hechos deportivos a la audiencia, de darle un análisis detallado del contexto en que se suscitan los deportes. Para él, ese es el valor agregado que aporta el cronista deportivo, pues no solamente es un narrador, sino que propicia la crítica y el análisis profundo.

«Me parece que las herramientas son maravillosas, o sea, sí es increíble poder ir en un camión y estar viendo un partido de futbol, eso es pero ¡padrísimo! Es extraordinario enterarte de manera inmediata lo que está sucediendo en el mundo. A mí me pasó un día, en la Copa América Centenario, que escribí por un gol contra Estados Unidos. Dije: “¿Por qué todo mundo está diciendo que esto fue un golazo cuando se lo comió el portero de Estados Unidos?” Yo estando en el estadio, publiqué un tweet y Messi me contestó en el medio tiempo como diciendo: “Cállate, porque fue un golazo”. Ese tipo de cosas son las que valen la pena, me parece, de esa inmediatez. Pero no creo que hayan entendido las nuevas generaciones, y lo digo en serio y no porque me estoy haciendo viejo eh, que tienen que ver las cosas, o sea, no puedes tú juzgar un partido o un Super Bowl si no lo viste. No puedes estar emitiendo opiniones si no tienes la preparación suficiente. Y esta espontaneidad pero también esta irresponsabilidad de muchos se da en las redes sociales, sin duda, pero al final son desechables».

CRÓNICAS DEPORTIVAS

FOTOS

VIDEO

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Mantente actualizado y recibe las últimas noticias sobre Voces del Deporte Mexicano