VOCES DE SIEMPRE

HERIBERTO MURRIETA

HERIBERTO MURRIETA PERTENECE A UNA ESTIRPE DE PERIODISTAS DEPORTIVOS EN QUIENES AÚN SE PRESERVA LA RELEVANCIA DE LA EXPRESIÓN PRECISA, QUIENES AÚN PONDERAN EL LENGUAJE Y LO CULTIVAN CON PERSEVERANCIA Y TALENTO.

«Yo no soy un cronista muy mediático que digamos, no soy el más popular ni el que más grita, ni el que más polémica provoca, ni el que más seguidores tiene».Heriberto Murrieta pertenece a una estirpe de periodistas deportivos en quienes aún se preserva la relevancia de la expresión precisa, quienes aún ponderan el lenguaje y lo cultivan con perseverancia y talento. Este grupo constituye un remanso a la vulgarización, a la grosería imprudente e irresponsable, a las transmisiones estridentes pero huecas, a la comunicación eficiente pero yerma. Así lo entiende él:

“E L P A T I O D E C U A D R I L L A S , OSCURO T Ú N E L D E L A I N C E R T I D U M B R E”...

Murrieta es un periodista deportivo en toda la extensión de la palabra y sus conocimientos no son privativos de alguna materia, por el contrario, su cultura va mucho más allá de los acontecimientos deportivos. Ya en su infancia y adolescencia se mostró inclinado al arte participando en numerosas obras de teatro y radionovelas. Ha escrito alrededor de dos decenas de libros cuyos temas incluyen la tauromaquia, el futbol, la historia y la cultura popular. Ese bagaje le ha llevado a destacarse. Existía, ya longevo, el sueño de llegar a ser cronista deportivo, de hecho, antes de su ingreso a Televisa, ya había participado en Radio Educación, como locutor infantil. Pero la gran oportunidad cayó en sus manos un día cualquiera, según lo cuenta Heriberto Murrieta: «Yo siempre había querido ser cronista —deportivo y taurino— y al salir de un partido entre el Atlante y América en el estadio Azteca escuché una convocatoria por radio que estaba anunciando don Agustín González Escopeta en la cual se buscaba a jóvenes que quisieran ser cronistas deportivos. Había que mandar una carta explicando por qué quería uno ser cronista deportivo y mandar sus datos. Yo envié lo propio, me llamaron, hice una prueba y me aceptaron. Hice mi debut el 8 de septiembre de 1984 en un partido Cruz Azul vs Toluca, en el estadio Azteca. Fue así de circunstancial.

Si no hubiera escuchado esa convocatoria tal vez no hubiera empezado mi carrera en la crónica deportiva. Fue de cierta forma casual, fortuito, aunque yo siempre había deseado ser cronista». En aquellos años estudiaba Comunicaciones en la Universidad Intercontinental y muy pronto se vio absorbido por las exigencias de la profesión, que le llevaron a participar en programas como 6:00 en punto, Hoy Mismo, Notivisa y 24 Horas de la Tarde, conducido por Abraham Zabludovsky. Aficionado a los toros por influencia de su padre —quien había querido ser torero y era conocedor de las faenas, coleccionista de artículos y otros objetos taurinos, a la vez que inoculaba la imaginación de su hijo con innumerables anécdotas de toreros—, Heriberto Murrieta había asistido regularmente a la Plaza México desde tierna edad. Siendo amante de la fiesta brava y considerado uno de los cronistas taurinos de mayor relevancia en la historia de nuestro país, o el que más la tiene según muchos conocedores, merece mención aparte su debut narrando corridas de toros.

Se dio a través de XEW Radio. Heriberto Murrieta lo cuenta así: «Ya era parte del grupo de comentaristas deportivos de Televisa en radio y en televisión, cuando mi padre me dijo: “Hay muchos en deportes y muy pocos en toros, ¿por qué no le entras también al toro, por qué no le intentas?”. Habiendo sido yo toda la vida aficionado junto con mi padre, porque vivíamos cerca de la Plaza México, grabé un casete en la Plaza narrando una corrida y se lo entregué a Julio Victoria que en paz descanse, cronista taurino. Él le dio el casete al ingeniero Alejandro Bolio y me aceptaron para narrar únicamente el tercio de banderillas; ya después empecé a narrar la lidia completa, eso ya fue en 1985». Ahí, en las corridas de toros, más que en cualquier otro lugar, Heriberto Murrieta ha encontrado la oportunidad de desarrollar un estilo con esquirlas poéticas y literarias que combinan muy bien con la naturaleza del toreo. “Parece que hoy se están escapando del alma, del cuerpo, todos esos hilos de sensibilidad que habían estado amarrados durante largo tiempo”, apuntaba Murrieta al narrar los emocionantes pases de un torero. Es su opinión que hay que ser preciso y para ello debe dominarse el lenguaje, de tal modo que pueda decirse aquello que se quiere con plenitud de significado.

Esa preocupación por ejecutar el periodismo con cabalidad y corrección se debe en parte a su formación bajo la tutela de Jacobo Zabludovsky. En 1988, el conocido presentador de noticias lo convoca a cubrir la sección de deportes en su programa 24 Horas. Esta etapa, que duró diez años, significó para Heriberto Murrieta una época de aprendizaje que lo moldearía para el futuro de su carrera. Zabludovsky lo formó como periodista con el rigor que le era característico y llegó a representar la más grande referencia en su carrera, que ganó gran prestigio luego de dicha pasantía. También fue en aquellos años, que Jacobo lo bautizó con un mote que le acompañaría hasta la fecha. Ocurrió en una ocasión en que presentó la sección de noticias deportivas al mando de El joven Murrieta, en lugar de referirlo por su nombre. Y así, como el joven Murrieta, se le recuerda hasta la fecha a pesar del paso de los años. De Jacobo Zabludovsky, Heriberto recuerda: «Quien sí dejó un legado fue Jacobo, ese señor por más discutido y polémico que haya sido era un extraordinario periodista y un hombre muy culto, un gran conversador, sabía de muchos temas».

En cuanto a lo aprendido y el modo en que disfruta el periodismo expresa: «Me gusta mucho la expresión oral, me gusta mucho comunicar, me gusta mucho el periodismo, lo aprendí de un maestro como Jacobo Zabludovsky. El género de la entrevista, creo que es lo que más disfruto. Pero me gusta también argumentar, no me gusta la polémica barata o gritonear, ni pelearme a lo tonto en la televisión por cosas irrelevantes. Me gusta, sí, dialogar, argumentar, pensar antes de hablar, hacer un periodismo un poco más elegante atendiendo a las reglas o a los principios básicos del periodismo, eso es lo que me gusta hacer.» Me gusta mucho la crónica taurina hablada, me gusta escribir, entrevistar, conducir, narrar, me gusta hacer guiones, me gusta escribir libros, artículos periodísticos. Todo eso me gusta muchísimo de la actividad periodística tanto en lo deportivo como en lo taurino».

El periodismo deportivo le ha dado todo tipo de oportunidades, desde narrar grandes eventos, como Juegos Olímpicos, Copas del Mundo, corridas de toros en España, Juegos Panamericanos, hasta ejercer ese oficio de la entrevista que tanto disfruta con personalidades de todos los ámbitos como Juan José Arreola, Diego Maradona, Pelé, José José, Pedro Vargas, Ángel Fernández, Mike Tyson, Ana Gabriela Guevara, José Luis Cuevas y María Félix, quien se negó a ser entrevistada sobre su gusto por los toros por cualquier otro que no fuese el joven Murrieta.

También ha podido colaborar con lo más granado de su profesión: el Che Ventura, Teodoro Cano, el Conde Calderón, Juan Dosal, Gerardo Peña, Roberto Gómez Junco y otros varios de los narradores deportivos a quienes admiró: «Admiraba mucho a Ángel Fernández, también a Fernando Luengas, a don Agustín González Escopeta, a Pepe Alameda, a Paco Malgesto, eran grandes referentes para mí. Yo creo que el que más me impactó y el que más me marcó y el que más me impresionó fue Ángel Fernández: era un juglar con pulmones de acero, era un hombre muy ocurrente, con cultura general, con conocimiento literario, me encantaba su voz, la emoción que imprimía en los partidos, me parecía un hombre genial, auténticamente un genio de la crónica deportiva. Y luego con el paso de los años, me tocó trabajar con Ángel Fernández, Fernando Marcos, con Sonny Alarcón, el Mago Septién, Toño de Valdés a quien también admiraba mucho; me gustaba mucho la voz, el carisma, la frescura, el ángel, el profesionalismo de Toño de Valdés. También me marcó mucho, me inspiró mucho. Trabajar con ellos era algo muy bonito, como un sueño hecho realidad el alternar con esas figuras de la crónica deportiva que tanto admiré y luego encontrarme al lado de ellos compartiendo micrófonos fue muy satisfactorio, muy bonito para mí».

De hecho, cuenta Heriberto Murrieta que a manera de entretenimiento suele escuchar algunas cintas que ha conseguido a lo largo de los años, en que están grabadas algunas transmisiones de Ángel Fernández, Fernando Luengas, Eduardo Andrade y otros cronistas. Más que admirar futbolistas y toreros, que los ha admirado con profusión, se declara admirador de los cronistas que eran quienes contaban las historias. Ahora, ya él mismo un experimentado periodista deportivo, narrador y analista, con más de 30 años narrando las corridas de toros, estudioso del futbol, del lenguaje y la cultura, siempre con ese estilo pausado e interesante, analítico y opuesto a la polémica, inteligente y mesurado, se muestra siempre generoso con sus compañeros de programa y entiende su labor: «Es una actividad periodística muy interesante, muy importante porque los deportes si bien no son lo más importante de la vida del hombre —como pueden ser cosas de política, de cultura, de lo que tiene que ver con la vida del hombre—, es un esparcimiento muy importante porque tiene muchos matices fantásticos, es una actividad que requiere de mucha preparación porque el periodismo es uno solo: puede ser periodismo de espectáculos, de cultura, de información general, de estados y de deportes y de toros. El periodismo es el mismo, lo único que cambia es el tema. Y el periodismo deportivo es fascinante, a mí me gusta mucho, a eso me dedico desde hace mucho tiempo y es una actividad muy atractiva y con muchos ángulos muy interesantes que hay que desarrollar todos los días.

“Me gusta dialogar, argumentar, pensar antes de hablar, hacer un periodismo un poco más elegante atendiendo a las reglas o a los principios básicos del periodismo.” »El cronista de televisión tiene que decir qué jugador lleva la pelota porque son referencias importantes pero no se debe caer en la descripción tan abundante. El cronista tiene que imprimir emoción, tiene que aderezar lo que el televidente ya está viendo y el comentarista debe decir el punto fino que, aunque se esté viendo no se está observando, no hay que decir lo mismo, es decir, hay comentaristas que repiten exactamente lo mismo que estamos viendo en la repetición y eso no tiene ningún chiste, lo puede hacer cualquiera. Tiene que encontrar ese punto fino de aportación al televidente y lo mismo ocurre en los toros: no convertirte en un relator detallado de cada cosa, pero sí en alguien que imprime emoción, que no se quede por debajo de la faena pero que tampoco exagere los hechos, y ese punto medio es bien difícil de encontrar. La labor del cronista es muy importante porque tiene que ser un periodista; para empezar, la crónica es una actividad periodística».

“El cronista tiene que imprimir emoción, tiene que aderezar lo que el televidente ya está viendo y el comentarista debe decir el punto fino que, aunque se esté viendo no se está observando.”En su paso por Televisa, fue parte del grupo fundador del programa La Jugada y del programa Acción que se mantienen al aire hasta la fecha. Posteriormente a su salida de dicha televisora, ingresó a Radio Fórmula, donde ha dirigido programas deportivos, ha participado en noticiarios como el de Ricardo Rocha —Detrás de la noticia— y ha sido titular de transmisiones taurinas, además de fungir como Director de deportes. Adicionalmente, labora desde 2003 en la cadena deportiva internacional ESPN, donde condujo la primera edición mexicana del renombrado noticiario deportivo SportCenter. Desde entonces ha participado en gran parte de los programas que ofrece ESPN a su público, como Futbol Picante, ESPN AM y ESPN Radio Fórmula. Su actividad también se extiende a la prensa escrita, donde ha colaborado con periódicos como Récord, El Universal, Ovaciones, el Heraldo de México y el periódico madrileño ABC, además de medios digitales y revistas. También, en un acuerdo inaudito pero generoso entre televisoras, aún transmite corridas de toros para Televisa, gracias a un convenio en que se le permite continuar con esa labor que tanto ha cultivado a lo largo de su vida Heriberto Murrieta.

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